viernes, 20 de marzo de 2009

El Aljibe de la Plaza de
Los Aljibes de la Alhambra



Interior del aljibe de la plaza de los Aljibes, en la Alhambra

La muralla exterior de la Alcazaba, límite, a mediodía, del jardín de
los Adarves y, a norte, del camino que conducía desde la puerta de las
Armas a la Casa Real, sigue después envolviendo la parte más ancha
del cerro. La inmediata a la Alcazaba forma hoy una extensa plazoleta
llana, llamada de los Aljibes por la existencia, bajo parte de ella, de unos
grandes, construidos por el conde de Tendilla, cumpliendo órdenes
de los Reyes Católicos, sobre el foso que protegía a oriente la fortaleza.
También el Palacio de Carlos V, cuya fachada de poniente cierra la
plaza en el frente opuesto, desfiguró mucho estos lugares, allanados
en el siglo XVI para hacer en ellos una gran plaza de armas,
complemento del Palacio, que no llegó a iniciarse.

La Alhambra y el Generalife de Granada.

Leopoldo Torres Balbás

Colección Los Monumentos Cardinales de España
Editorial Plus Ultra – Madrid, 1950

La palabra aljibe, en árabe al-yubb, (del árabe hispano al-gúbb, y este del árabe clásico gubb), es sinónimo de cisterna o depósito, normalmente subterráneo, destinado como aprovisionamiento, almacenamiento y suministro del agua que se obtenía a partir de acequias que la traían desde fuentes, manantiales o ríos cercanos o lejanos, o por la recogida de las aguas derivadas de las lluvias estacionales.

El aljibe constituye una de las expresiones más determinativas de una cultura, como la mediterránea, en la que el agua y su aprovechamiento representaba todo un reto. No es de extrañar que la ubicación, construcción, mantenimiento y conservación de las acequias y los aljibes se considerase un asunto prioritario del que dependía en buena parte la supervivencia y estabilidad de una zona poblada de cualquier territorio de al-Ándalus.

El ladrillo fue el principal material constructivo utilizado para los muros y para las bóvedas y solerías, siendo escaso el empleo de la piedra y se completa su fisonomía con la instalación de un brocal o boca de entrada, situada generalmente en superficie de interior, para permitir el abastecimiento de agua. Las paredes del aljibe, y a veces incluso sus bóvedas, se revestían de estuco de color rojizo, para dotar al aljibe de estanqueidad con el fin de evitar fugas o pérdidas de agua por fisuras o grietas que resultan en las uniones de la ladrillería de su estructura.

En la Alhambra, entre el recinto castrense de la Alcazaba y los Palacios Nazaríes y el Palacio del Emperador Carlos V se ubica una de las primeras obras de arquitectura e ingeniería hidráulica del nuevo periodo de transformaciones cristianas que se inicia en esta ciudad palatina después de la reconquista por los Reyes Católicos, en 1492, del que había sido último bastión de la presencia hispano-musulmana en España.

El nombre de esta plaza proviene de una cisterna o aljibe que construyó Don Iñigo López de Mendoza, el segundo conde de Tendilla, a quien los monarcas habían dejado al frente como Alcaide de la Alhambra y Capitán General del Reino de Granada. El Conde de Tendilla lo construyó en 1494 en el barranco que separaba la Alcazaba y los palacios nazaríes, en cumplimiento de las primeras órdenes y normas de adaptación de la Alhambra a la nueva situación surgida a partir del 2 de Enero de 1492, siendo la obra atribuida a un maestro aljibero vinculado a Don Iñigo López de Mendoza, de nombre Francisco Hernández, aunque en la documentación de la época aparece como Francisco el Valençí, de donde se deduce su condición de morisco o por su posible origen levantino, por lo que debía estar muy familiarizado con la construcción de este tipo de obras tan características en la historia de la ingeniería hispano-musulmana de Granada.
Como maestro de obras hidráulicas hizo en 1504 un aljibe en la fortaleza de Castell de Ferro, en la costa al sur de Granada; en 1509 efectuó dos obras, primero firmó un contrato de obra junto con el albañil Juan de Rojas por el que los dos realizarían obra en un baño cerca de la que fue Casa de la Moneda, instalada en tiempos de los Reyes Católicos, y hasta su demolición en 1843, en el Hospital de Locos e Inocentes, el Maristán edificado por Muhammad V en el siglo XIV, entre las obras a realizarían se incluían solar con ladrillos nazaríes de tres dedos la sala de en medio y después haría el aljibe que hay debajo del patio del Castillo-Palacio de La Calahorra (Granada), al norte de la provincia, aunque la fama de tirano y mal pagador que tenía Don Rodrigo de Vivar y Mendoza, marqués del Cenete y señor de aquel castillo, le hizo ir, aunque según parece muy a su pesar, tan sólo por exigencia del Conde de Tendilla. En 1513 hizo un aljibe para Don Iñigo López de Mendoza en Valhermoso de Tajuña, pueblo perteneciente a su señorío de Tendilla (Guadalajara) y en 1517 haría Francisco el Valençí el aljibe del castillo que Don Pedro Fajardo mandó construir en su villa de Vélez Blanco (Almería).

Esta cisterna o aljibe que se le atribuye construyó en La Alhambra, se convirtió posteriormente en la plaza actual al soterrarlos junto con las calles adyacentes y las plazas circundantes. La plaza de los Aljibes es hoy una extensa explanada entre las torres y las defensas de la Alcazaba de la Alhambra por un lado, y por otro por la puerta del Vino, los palacios nazaríes y la posterior edificación del palacio de Carlos V, con vistas a los barrios del Sacromonte y del Albayzín.

Primitivamente, en época musulmana, esta plaza era un barranco o foso que separaba la Alcazaba del resto de la Alhambra. En época cristiana se acometió la construcción de un gran aljibe que rellenó el barranco, y que conllevó el derribo de la Puerta Real de la Alhambra y de varios edificios que envolvían y coronaban los aljibes. A partir de 1955, se realizaron toda una serie de excavaciones que descubrieron la plaza medieval por la que se accede a la Alcazaba, con las tres puertas que cerraban su entrada, una de ellas se encuentra casi completa en el interior del Cubo de la Alhambra, otra es la que ataja la calle que, al pie de la muralla, rodea la Alhambra y la tercera es la que da paso a la calle que bordea al Sur los palacios y de acceso en cuesta hacia la Puerta del Vino y el antiguo acceso a la Madraza de los Príncipes, antes del patio de Machuca, que era una escuela para estudiar ciencia y filosofía, exclusiva para los hijos de la familia de los Reyes Nazaríes, por eso se la llamaba la Madraza de los Príncipes. Sólo quedan restos de lo que fue.




Interior de una nave y zona de la escalera principal, una de las dos escaleras que permiten acceso al interior del aljibe.
Planta de la cisterna, según plano de Abelardo Alfonso Gallardo


Sección de la cisterna, según plano de Abelardo Alfonso Gallardo


Sección de los dos cuerpos de escalera, según plano de Abelardo Alfonso Garrido. En la escalera principal de entrada al aljibe se observa una cúpula esquifada que alberga un pequeño receptáculo cubierto destinado a recoger el agua procedente de la Acequia Real de la Alhambra, que desde alli penetra en el interior del aljibe.
El Aljibe de la Alhambra, de 34 metros de largo, 6 de ancho y 8 de alto formado por dos naves con bóveda de cañón sostenidas por arcos semicirculares, cuya comunicación se realiza por medio de seis puertas de arcos semicirculares y en sus lados menores presenta dos cuerpos de escaleras de doble ángulo, una de ellas con un departamento con bóveda esquifada, que es receptor y distribuidor del agua que recibe, es unas cinco veces mayor que el aljibe del Rey, dispone de una capacidad de 1.632 metros cúbicos de almacenamiento de agua, haciéndole unos de los mayores de España y recibe el agua de la Acequia Real de la Alhambra.





El aljibe del Rey, en la alcazaba del Albayzín,
es el más grande de la Granada islámica
El aljibe más grande de la Granada islámica era el Aljibe del Rey, situado en la placeta del Cristo de las Azucenas, en la Alcazaba del Albayzín, también conocido con los nombres de Aljibe Viejo o Aljibe Grande de la Alcazaba, disponía de una capacidad algo superior a los 300 metros cúbicos. Este es el mayor de los aljibes musulmanes de Granada, consta de 4 naves y, actualmente, su bóveda queda dentro del llamado Carmen del Aljibe del Rey, sede de la Fundación Emasagra.
El Aljibe de la Alhambra se vaciaba una vez a año, se procedía a vaciarlo para limpiarlo en profundidad con el objeto de eliminar todas las impurezas, suciedades y verdín acumulado quedando listo de nuevo para empezar a recibir agua de la Acequia Real de la Alhambra. Había, además, «una persona encargada de su cuidado y mantenimiento, teniendo preparados cubos, cuerdas y garruchas para sacar el agua, y que recibía una pequeña cantidad por cada carga de agua que sacaba», según indica Cristina Viñes Millet en su libro "La Alhambra de Granada, Tres siglos de historia".
El aljibe siempre ha estado en uso, ya que fue objeto de una atención continua, en mayor o menor grado, según cada época, para asegurar su funcionamiento. Así lo confirman los numerosos autos y oficios sobre arreglos y mantenimiento.
En el Archivo de la Alhambra, hay referencias a la obra de mayor envergadura de 1830, obras de reconocimiento y excavación que condujeron al descubrimiento de la segunda escalera del aljibe venía estando inutilizada prácticamente desde el principio de su construcción y 1838 cuando, al limpiarlo, se le descubrió un desprendimiento de una parte de la nave que los divide, que condujeron a su recomposición para que no faltara agua en esta fortaleza cuya obra “ascendería a poco más de 1.000 reales”.


Foto de Ayola, de la segunda mitad del siglo XIX, donde
el palacio de Carlos V está sin las cubiertas de teja y
actual estado de la plaza de los Aljibes, donde se
observa una de las puertas que da acceso a una
de las escaleras del aljibe de la Alhambra.

Hasta hace unos años aun se podía beber agua extraída del aljibe, servida en vasos de cristal de cierto grosor, ya que en el quiosco que hay en ella está ubicado un pozo abierto al aljibe.
Brocal interior del receptáculo cubierto por una cúpula esquifada, situado en la escalera principal de entrada, que recoge el agua que aporta la Acequia Real de la Alhambra y que pasa directamente al interior del aljibe.

Antaño, fue lugar de celebración de verbenas, corridas de toros y del juego de la Pelota. Existe una placa en cerámica de Fajalauza que recuerda que en ella se celebró en 1922 el Concurso de Cante Jondo, en 1927 organizado por Manuel de Falla y Federico García Lorca, entre otros, y la recuperación de los Autos Sacramentales prohibidos en España en el siglo XVIII y en 1952 el I Festival Internacional de Música y Danza de Granada.
El viajero alemán Jerónimo Münzer, al visitarlo en octubre de 1494, indica que el aljibe es obra del conde de Tendilla a quien había costado 10.000 ducados y recoge su intervención en el contenido de una losa o placa conmemorativa que fue colocada, al parecer, en uno de los muros del aljibe de donde hubo de ser quitada con motivo de unas obras de relleno que acabarían enterrando la estructura arquitectónica de ingeniería hidráulica.

La placa tiene el error de redacción al indicar que el Rey Muley Hacen, no el rey Boabdil, entregó las llaves de la Alhambra a los Reyes Católicos el 2 de Enero de 1492, cuyo texto completo es:


LOS CATHOLICOS Y MUY PODOEROSOS SEÑORES DON FERNANDO Y
DOÑA YSABEL REY Y REYNA NUESTROS SEÑORES, CONQUISTARON
POR GUERRA DE ARMAS ESTE REYNO Y CIUDAD DE GRANADA LA
QUAL DESPUÉS DE HAVER TENIDO SUS ALTEZAS EN PERSONA
SITIADA MUCHO TIEMPO EL REY MORO MULEY HACEN LES
ENTREGÓ CON SU ALHAMBRA Y OTRAS FUERÇAS A DOS
DIAS DE ENERO DE MILL Y CCCCXCII AÑOS.

ESTE MISMO DIA SUS ALTEÇAS PUSIERON EN ELLA POR SU
ALCAYDE Y CAPITAN A DON IÑIGO LOPEZ DE MENDOÇA,
CONDE DE TENDILLA, SU VASALLO AL QUAL PARTIENDO
SUS ALTEÇAS DE AQUÍ DEXARON EN LA DICHA ALHAMBRA
CON QUINIENTOS CAVALLEROS E MIL PEONES, E A LOS
MOROS MANDARON SUS ALTEÇAS QUEDAR EN SUS
CASAS EN LA CIUDAD Y SUS ALCARIAS COMO PRIMERO
ESTAVAN. ESTE DICHO CONDE POR MANDAMIENTO
DE SUS ALTEÇAS HIZO HAZER ESTE ALGIBE.


Retablo de 1588 situado en el interior de la Puerta de la Justicia y,
a su izquierda, la placa de 1494, que se trasladó aquí desde la plaza
de los Aljibes en 1599.

Desde 1599, la placa está situada a la salida de la puerta de la Justicia, en dirección al interior de la Alhambra, haciendo esquina con el retablo que se construyó, a petición de los vecinos de la Alhambra en 1588, obra de Diego de Navas el Joven, en el lugar en que se celebró la primera Misa tras la conquista de la ciudad de Granada en 1492.


Lápidas sepulcrales de la muralla de va desde la Puerta
de la Justicia hasta la plaza de los Aljibes
Frente a ella se desarrolla una amplia calle antemuro que da acceso a la plaza de los Aljibes, al pie de la muralla, reforzada tras la conquista y que, por orden personal de Isabel la Católica, se reforzaría mediante el uso de las lápidas sepulcrales de cementerios musulmanes de Granada.
Este artículo toma como una de sus bases de redacción un trabajo publicado por el profesor Juan Manuel Martín García, Profesor Titular de Historia del Arte de la Universidad de Granada, con motivo de la celebración del IV Congreso Nacional de Historia de la Construcción (Cádiz, 2005) titulado «El Aljibe de la Alhambra de Granada»
Enlace de acceso a la Biblioteca Digital de la Sociedad Española de Historia de la Construcción, sección Congresos de Historia de la Construcción, donde se encuentran publicadas las contribuciones realizadas en relación con los congresos nacionales e internacionales de Historia de la Construcción
http://gilbert.aq.upm.es/sedhc/biblioteca_digital/Congresos/Bases_Congresos.htm#CNHC4
El material histórico y fotográfico fue cedido por la Biblioteca de Andalucía y el Área de Difusión Cultural de la Junta de Andalucía con sede en Sevilla.
Bruno Alcaraz Masáts

jueves, 19 de marzo de 2009

El Tajo de San Pedro
en la ladera norte de la Alhambra

El Tajo de San Pedro, situado en la margen izquierda del río Darro, sobre la ladera norte de la colina de La Sabika, y la parroquia de San Pedro que está situada en la margen derecha. A media ladera, se observa la rotura de la cerca cristiana de la fortaleza de la Alhambra, que continua por detras del Hotel Reuma.

La fortaleza medieval de la Alhambra se construyó sobre la colina de la Sabika, rodeada en su ladera norte por el río Darro, en la margen izquierda, al este de la ciudad y frente a los barrios hispano-musulmanes del Albayzín y de la Alcazaba.

El Tajo de San Pedro, que se haya frente a la parroquia de San Pedro y San Pablo, tiene 65,5 m de altura y ha progresado en su deterioro hasta situarse hoy a 23,9 m de las murallas de la Alhambra, y este Tajo de San Pedro corta esta colina de la Alhambra, tratándose de un fenómeno geológico tan singular como lo sería la Torre de Pisa, en Italia, en el plano estructural, en el que, junto con la erosión propia del río Darro, han intervenido la meteorización, los fenómenos tectónicos y las filtraciones.

Los diversos desprendimientos en el Tajo de San Pedro le han llevado a estar, en su cota superior, a sólo 23,9 m de las murallas de la Alhambra, y donde varias torres podrían verse afectadas por un deslizamiento de tierra, en caso de un terremoto o una fuerte crecida del río Darro.

Su entorno singular, entre los Patrimonios de la Humanidad de la Alhambra y la colina del Albayzín, han convertido la Carrera del Darro en uno de los paseos urbanos más románticos del mundo, desde su arranque en Plaza Nueva hasta el Paseo de los Tristes, ya que a lo largo del río, existen cuatro puentes de piedra que permiten su franqueo, el Puente de Cabrera y el Puente de Espinosa, en la Carrera, construidos en época cristiana, en el siglo XVI, y el Puente de las Chirimías y el Puente del Aljibillo, de época árabe, en el Paseo de los Tristes, siendo este último el único que comunica el barrio del Albayzín con la ciudadela-fortaleza medieval de la Alhambra, por la Cuesta del Rey Chico o Cuesta de los Chinos.

A mitad del recorrido de la Carrera del Darro, a la izquierda de la calle, se halla uno de los más importantes baños árabes que hubo en la ciudad de Granada, el Hammam al-Yawza o el Baño del Nogal, del siglo XI, que es un magnífico ejemplar de la arquitectura civil musulmana en Granada, muy bien conservado, siendo el más antiguo de los que existen en España y, a la derecha, en la otra margen del río, se encuentra el arranque del arco de herradura abovedado que formó parte del Puente de los Tableros, una obra del siglo XI, que daba acceso a la Alhambra, a través del río Darro.

En el saliente del único meandro del río Darro, con su silueta recortada en el fondo del paisaje, se yergue la parroquia de San Pedro y San Pablo, situada sobre el emplazamiento de una antigua mezquita, donde el monte se quiebra en el Tajo de San Pedro, y en este meandro del río, la calle avanza sobre su cauce; este paisaje ha sido tema de muchos grabados y acuarelas de los artistas románticos, lo que ha permitido documentar la evolución del Tajo de San Pedro a lo largo de los años.

Ascendiendo por el río, la Carrera del Darro se inicia en Plaza Nueva, a escasos 300 m del Tajo de San Pedro. El pretil del río, cuyo cauce discurre a los pies de la Colina de la Alhambra, descubre un paisaje de abigarrado colorido y caprichosa estructura, compuesto por el paredón de la Iglesia de Santa Ana. En segundo término, aparece el frondoso bosque de álamos negros que decoran la colina, y esta, a su vez, coronada por los torreones de la Alhambra.

El Tajo de San Pedro con nieve en 2003 y 2010

La formación del Tajo de San Pedro ha sido una consecuencia de las avenidas del río Darro y, tal vez, de las filtraciones y escorrentías procedentes de la Alhambra, así como de la erosión y de la tectónica.

Como consecuencia de la tectónica, se producen fallas normales en lo que hoy es el Tajo de San Pedro.

Estas fracturas favorecen el ataque de la ladera por las aguas del Darro, sobre todo en épocas de avenidas, formando el cauce una curva convexa hacia el Tajo de San Pedro.

En la época árabe en esta zona debió de existir una cerca defensiva, alineada con el curso del río, que contorneaba un tajo de dimensiones muy inferiores a las actuales.

En el terremoto de 1431, es posible que esta cerca se derribara, en parte, aunque es en 1524 cuando se tienen los primeros indicios sobre desprendimientos en el Tajo de San Pedro, en cuya fecha un incendio acabaría con la gran parte de la vegetación de la colina de la Sabika, de la Alhambra, y quedando el terreno desprovisto de todo el entramado de sujeción natural que le aportaban sus raíces.

En 1520 parece que se dispuso un aliviadero del aljibe de la Alhambra sobre la terrera de protección construida en su base, lo que contribuyó a su destrucción. Este un relleno de tierras al pie del escarpe se realizó como un gran espaldón de protección, siendo ésta la enorme terrera o presa que aparece en algunos textos de la época.

Grabado de Joris Hoefnagel, realizado en Granada en 1564.

Es en el año 1564 cuando se dibuja una primera perspectiva del Tajo de San Pedro, en un grabado de Joris Hoefnagel panorámico del recinto de la Alhambra, donde aparece la cuña de retroceso del Tajo y que se encontraba en esa época a unos 60 metros de las murallas de la Alhambra, y cuya altura total en el Tajo de San Pedro era de unos 33 metros.

El 5 de marzo de 1600 sufriría el río Darro una nueva crecida que socavaría una parte importante de la base de la colina roja, a lo que contribuyó la plataforma de ampliación para la construcción de la parroquia de San Pedro y San Pablo, que dejaría el curso del río Darro en un cauce más estrecho, con una situación que se asemeja a la que hoy se observa y da lugar al desprendimiento de lo que, desde esas fechas, se conoce en Granada con el nombre del Tajo de San Pedro.

Plano general de la fortaleza de la Alhambra,
sus contornos y parte de su jurisdicción.

Un documento del archivo de la Real Chancillería de Granada, fechado en 1603, recoge el enfrentamiento entre los Alcaides de la Alhambra y el Cabildo de la Ciudad:

‘’Hubo enfrentamientos entre los Alcaides de la Alhambra y los Caballeros Veinticuatro, del Cabildo de la Ciudad, por los desprendimientos de 1600 y 1601. Además de la conocida acción erosiva del Darro se citan los posibles recalos y reblandecimientos de la Acequia de Romayla o de Santa Ana que bajo dicho cerro llevaba y lleva en la actualidad el agua para el suministro de las casas de la ciudad’’.

Los desprendimientos que están documentados ocurren en 29 ocasiones, durante los últimos 500 años, desde el 21 de Junio de 1478, cuando se origina el desbordamiento de todos los ríos de la Vega de Granada, principalmente el río Darro, que arrancaría numerosos árboles en la zona de Jesús del Valle y que cegarían los puentes de Granada, desbordándose sus aguas, que arrasaron la Carrera del Darro y, entrando en tromba por el Zacatín y la Alcaicería, produciría numerosos muertos y grandes perdidas en la ciudad de Granada.

Hay que reseñar que el 16 de Abril de 1701, debido a una gran crecida, las aguas del Río Darro rompieron el Puente de la Gallinera.

Una de las primeras fotografías panorámicas de la Alhambra, fechada en 1909, donde se observa el perfil del Tajo de San Pedro

Pero en toda esta documentación consultada sobre los registros de riadas y de desprendimientos, desde 1600, ya no se citan las crecidas del Darro como única causa, sino que se alude a los vertidos y reblandecimientos provocados por el agua que circula por la acequia de Santa Ana, explosiones, escorrentía o filtraciones de la propia Alhambra. Estos desprendimientos fueron provocando la rotura de la cerca cristiana, que ya en la Plataforma de Ambrosio de Vico no aparece registrada en dicho plano de Granada.

Actualmente, el retroceso horizontal medio de la cuña es de 8 cm/año, ya que esta es la cifra que se deduce de la comparación de los planos topográficos que se han comparado, entre 1930 y 1994
.


Postal de la Alhambra, fechada en 1913, desde el mirador de San Nicolás, donde se aprecia el Tajo de San Pedro y en su base, la parroquia de San Pedro y San Pablo y el Hotel Reuma.

Bruno Alcaraz Masáts

miércoles, 18 de marzo de 2009

La Casa de las Chirimías de Granada
y
Las chirimías suenan en 'Los Tristes' 
300 años después.

La Casa de las Chirimías en Granada fue levantada en 1609
y era para uso oficial del Cabildo de la Ciudad de Granada
en los actos públicos y fiestas populares en el río Darro

A comienzos del siglo XVII, en el año 1609, en los terrenos cedidos por los Señores de Castril, el Cabildo de la Ciudad de Granada construyó la plaza o ensanche en el lugar conocido como Paseo de la Puerta de Guadix Baja, que hoy ocupa el Paseo de los Tristes o Paseo del Padre Manjón y, cuando se remodeló esta zona de la ciudad, con cargo a las rentas y propios de la ciudad, puso una fuente que indicaba el lugar donde, antiguamente, se celebrarían las fiestas de toros y juegos de cañas, ya que se cubría el río Darro con un gran tablao para formar un escenario donde celebrar corridas de toros, obras de teatro, verbenas y juegos de cañas, por lo que transformó el espacio público del Paseo de los Tristes en un referente que siempre ha sido un lugar muy animado, aunque a partir del XIX, se desplazaría el eje lúdico-festivo de la ciudad a las riberas del río Genil.

Cuando en 1801 se creó el Cementerio Municipal de Granada en la colina de la Sabica, siendo el segundo más antiguo de España, en el Paseo de los Tristes terminaban antiguamente los entierros en Granada y se despedía el cortejo en este lugar, en el que era un signo de distinción social saber cuántos ''veleros'' iban, que eran hombres que se situaban en la cercana iglesia de Santa Ana, en Plaza Nueva, a la espera de ser contratados para portar una vela encendida en la comitiva fúnebre que iría por la Carrera del Darro en silencio. Por la Cuesta del Rey Chico, también llamada Cuesta de los Chinos, los hombres subían al muerto a lomos de una mula hasta el Cementerio Municipal, rodeando las murallas y torres de la Alhambra, y es por ello que a esta cuesta también se la conoce en Granada como la Cuesta de los Muertos.

Antonio Gallego y Burín escribió una descripción del lugar, que recoge toda la magia de su paisaje:

‘’Desde este paseo, la visión de la Alhambra ofrece un aire heroico: fortaleza asaltada por la frondosidad de los árboles, que acarician y quiebran las líneas de sus murallas y que, desde el siglo XVII, ha variado poco sus perfiles, a juzgar por el cuadro que, firmado en 1636 por
Juan de Sabis, existe en el Palacio Arzobispal’’.


Esta pintura del Paseo de los Tristes es una copia anónima
del siglo XVII de la obra pintada por Juan de Sabis en 1636
y que estaba conservada en el Palacio Arzobispal de Granada.
En ella figuran la Casa de las Chirimías y la fuente.

La antigua fuente erigida en 1609, y que se ve en la anterior pintura, llevaba la siguiente inscripción:

“Granada mandó hacer esta obra siendo corregidor en ella Monse
Rubí de Bracamonte Dávila, señor de las villas de la Fuente, el
Sol y Cespedosa, comendador de Villarubia y alcaide de la
fortaleça de Calatrava del consejo de su Magestad''


En el lado Oeste del Paseo de los Tristes se edificó en 1609 una pequeña torre-mirador, cuadrada en su base, que contaría con una planta baja y dos alturas, con balcones adintelados y que originalmente estaba exenta, construida con fábrica de ladrillo, destinada al uso del Cabildo de Granada y de sus alguaciles, con el fin presidir los actos públicos y las fiestas populares que en el lugar celebraría la ciudad y así tener una representación institucional.

En la planta baja se instalaban los alguaciles, que eran los oficiales inferiores y eran los ejecutores de los mandatos del Alcalde y de los Caballeros Veinticuatro del Cabildo de la Ciudad de Granada, y los ministriles, que eran una autoridad de menor rango que ostentaban unos cargos de escasa relevancia.

En la primera planta se reservaba al Alcalde de la ciudad y a los Caballeros Veinticuatro, que era el nombre que se daba a los regidores del Ayuntamiento de Granada, debido a que este fue el número de regidores asignado a Granada por la Carta de Privilegio dada por los Reyes Católicos el 20 de Septiembre de 1500.

En la segunda planta, se situaban los músicos que, entre otros instrumentos, tocaban las chirimías, que por su sonido singular darían el nombre al edificio, cuyo interior se articulaba en torno a la caja de escalera.


El escudo de la ciudad se situó entre las enjutas de los arcos superiores, siendo flanqueado
por dos granadas, como señal de que su construcción había sido promovida 
por el Cabildo de la Ciudad de Granada.

En el siglo XVIII, la casa de las Chirimías se vendió, pasando en el siglo XIX a ser pasando su uso al de alojamiento, siendo recuperado por el Ayuntamiento, para la ciudad, en el siglo XX, cuando ya, en la década de los años 90, es rehabilitada por los arquitectos J. Gárate Rojas y J. Gallego Roca.

Junto a esta Casa de las Chirimías, uniendo las dos orillas del río Darro, se encuentra el Puente de las Chirimías, que cuando se construyó en 1882, cubrió el antiguo puente árabe “Qantarat Inb Raxiq”, o “Puente del Hijo de Raxiq” por el que se accede al Carmen de las Chirimías y al Hotel Reuma.

El Carmen de las Chirimías, en la otra orilla,
según pintura al oleo de Ricardo Santacruz de la Casa.


Muestra de c
hirimías simples y de chirimías de doble tubo
que permiten hacer música con armónicos


La chirimía es un antiguo instrumento musical de viento, antecedente del clarinete, hecho de madera y aunque las primeras chirimías datan del siglo III a.C., como son las 3 chirimías egipcias y las 2 chirimías árabes del Museo de Topkapi, en Turquía, es en el siglo XIII cuando se difunden por toda Europa, y éstas eran ya en el siglo XVII algo más evolucionadas en su construcción, aunque mantuvieran su sonido y hoy en día se siguen fabricando, que solo había variado el modelo de la misma en Europa, han evolucionado durante los últimos 700 años, debido a que su construcción es la de un instrumento meramente artesanal, de diseño sencillo y a los países donde ha sido utilizada. La simplicidad del instrumento le dio mucha popularidad, pero relativa inserción en la música clásica.

Las primeras chirimías eran de 4 agujeros en la parte delantera y dos en la posterior, y ya a finales del siglo XVIII y principios del XIX, los ingleses comenzaron a fabricar el instrumento con 6 agujeros en el frente, tanto en madera como en metal.Un luthier inglés, William Bainbridge, patentaría en 1810 un instrumento de doble tubo, que permitía interpretar canciones con armónicos. También inventó una chirimía triple, con digitación similar a la de una ocarina.

A finales del siglo XV es llevada por España a las colonias de América, y en la época renacentista se le mencionaba como “dulzaina o gralla”.La Chirimía sería utilizada en Colombia y en Méjico, en donde tiene un fuerte significado en el folklore. Hoy es un instrumento de madera que estaba casi totalmente desaparecido por ser difícil su ejecución, pero que ha recuperado su popularidad y sus músicos han vuelto a recuperar su sonido, que se aproximaría al de la gaita escocesa y que exige un considerable esfuerzo pulmonar. Siempre se ha dicho que el sonido de una chirimía se produce realmente en la garganta del músico.En Méjico se suele usar en las corridas de toros.

Dice la historia sudamericana que la Chirimía llegó con los frailes franciscanos, quienes enseñaron a los indígenas su sonido y su interpretación y con la que participaban principalmente en fiestas y ceremonias religiosas, como las fiestas del Corpus, figurando detrás de vírgenes y santos como en las procesiones españolas.


Chirimías egipcia, española y árabe

A lo largo de su historia, y debido a su gran extensión mundial, la chirimía ha recibido en cada país un nombre distinto para el mismo instrumento, siendo sus nombres, por continentes:

Europa:

España: Chirimía, Flajeolet, Flajolé

Francia: Flageolet, Flajol, Flajolet, Flajolez, Flute douce

Inglaterra: Flageolet, Floyle
Alemania: Flageolett, Pikkeflöte, Pikkolo
Turquìa: Kaba Zuma, Kaba Zurna, Zurna
Italia: Flaute piccole, Piccolo
Austria: Flageolet francés

América del Sur:

Colombia: Chirimía, Dulzaina
Guatemala: Chirimía, Pínfano
Bolivia: Gralla
Méjico: Chirimía dulzaina, Chirimía de Autlán

África:

Marruecos: Ghaita
Túnez: Mizmar
Egipto: Sib
Kenya: Zumari
Argelia: Douz
Mauritania: Ghaita Dhaib
Líbia: Douz Dhima

Asia:

Iran: Sorna
Pakistan: Sharnai
Tibet: Rgya-Gling
Sri Lanka: Souz
Tailandia: Pi nai
China: So-na
Taiwam: Sou-Nam
Vietnam: Sou Naip
Malasia: Gling So


Los egipcios se proclaman a si mismos como los músicos creadores de la chirimía, ya que ésta aparece en pinturas de varias mastabas y tumbas faraónicas, figurando en la tumba de Djeser-Kere-Somb, en Tebas, donde aparecen varias mujeres dedicadas al arte de la música con una lira, una chirimía doble, un crótalo, una citara y un arpa de pie, siendo esta la imagen mas antigua atribuida a una chirimía.


Pintura de la tumba de Djeser-Kere-Somb, en Tebas donde aparecen, de izquierda a derecha, una lira, una chirimía doble, un crótalo, una citara y una arpa de pie

Las chirimías suenan en 'Los Tristes'
300 años después.


 La compañía Teatro para un Instante recreó el uso que tenía ese emblemático edificio

Diario IDEAL , de Granada
17 de Noviembre de 2013

El sonido de las chirimías, el instrumento con el que se anunciaban eventos y espectáculos en el siglo XVIII, vuelve a oírse en el Paseo de los Tristes, desde el balcón de la Casa de las Chirimías, recién restaurada. Músicos, actores, hombres y mujeres ataviados con trajes de época, representaron lo que era habitual en la Granada de hace 300 años. Fue para conmemorar el Día Internacional del Patrimonio Mundial.



La compañía Teatro para un Instante recreó el uso que tenía ese emblemático edificio, que se sometió a una rehabilitación integral en el año 1982, después de que fue comprado por el Ayuntamiento. El Paseo de los Tristes fue siempre un lugar de reunión de los granadinos desde el siglo XVI, y en esa explanada se celebraban desde verbenas a corridas de toros que los ciudadanos podían contemplar en unas gradas colocadas sobre el río. 


Desde la Casa de las Chirimías, donde se ubicó el Cabildo de Granada, se asomaban los alguaciles y los ministriles en la planta baja, el corregidor y los alcaldes en la primera planta y los músicos, con trompetas y chirimías entre otros instrumentos, en la planta alta.


La música servía para amenizar los juegos de cañas y los toros. Esa esencia fue lo que se reprodujo en la Casa de las Chirimías, a lo largo de todo el día, dos veces por la mañana y otras dos por la tarde.


Todo un espectáculo y una sorpresa para los muchos visitantes y granadinos que pasaron por la plaza y el paseo de Los Tristes.

Las fotografías de la noticia son del periodista gráfico Alfredo Aguilar.

Bruno Alcaraz Masáts
La Hacienda-Cortijo de Jesús del Valle
declarada B.I.C. con categoría de Monumento



Panorámica del valle del río Darro, en la que se puede observar la Hacienda-Cortijo de Jesús del Valle en primer término, a la derecha, en el monte de Valparaiso se erige la Abadía del Sacromonte y al fondo, coronando un cerro se observan las edificaciones de la ermita de San Miguel Alto y el reformatorio.


El 27 de Mayo de 2.005 la Hacienda-Cortijo de Jesús del Valle, también conocido por la denominación Cortijo Jesús del Valle, es inscrito con la categoría de Monumento y R. P. Específico, en los Bienes Inmuebles catalogados como B.I.C.

Un Bien de Interés Cultural (conocidos por sus siglas BIC) es una figura jurídica de protección del patrimonio histórico español, tanto mueble como inmueble.

En el B.O.E. nº 256, del Jueves 25 de Octubre de 2001, en un Anuncio del Departamento de Recaudación de Hacienda de la AEAT de Madrid, que indica que se inicia trámite de subasta de 2 bienes del constructor granadino José Ávila Rojas, recoge el anuncio de subasta la descripción de los inmuebles a subastar, donde figura como uno de los dos bienes a subastar la extensión y usos agrícolas de la Hacienda-Cortijo de Jesús del Valle:



La Hacienda-Cortijo de Jesús del Valle
en la margen derecha de río Darro


''Un cortijo, llamado «Jesús del Valle», situado en el término municipal de Granada, en el pago de la Rivera del Darro y Andarat, que tiene una cabida de 407 hectáreas 47 áreas 89 centiáreas, inscritas 398 hectáreas, 32 áreas y 34 centiáreas.

Linda: Por levante, con tierras de don José Sierra, otras del Duque de Gor y otras de don Antonio Arroyo; por mediodía, con dehesa nombrada de la Lancha, que pertenece a don Antonio López Moreno y otros y con la jurisdicción de Serres y Pinillos de Genil; por poniente, con los terrenos de la dehesa llamada del Generalife, que pertenece al Marqués de Campotejar y con otros terrenos de don José Palomo, y por el norte, por el camino que de Granada conduce al pueblo de Beas.

Se compone esta finca de olivares de riego y de secano, viñedos, montes de encinas, dehesas para pastos, huertas, jardines y alamedas, y contiene una casa principal, otra casa cortijo con habitaciones para dependientes, graneros, pajares, cuadras, molino de aceite, lagar, bodega, almacén de efectos y demás dependencias necesarias para la labor, dos molinos harineros en las márgenes del río Darro, que atraviesa por esta finca, un tejar y un carmen denominado de la Concepción que se halla al extremo levante de la finca.

Inscripción: Registro de la Propiedad número 1 de Granada, tomo 1.713, libro 1.048, folio 157, finca 2.812.

Valoración: 300.000.001 pesetas.

Jueves, 25 de Octubre de 2.001''



La Hacienda-Cortijo de Jesús del Valle en estado de abandono total

Se encuadra Jesús del Valle en la tipología arquitectónica de las grandes explotaciones agropecuarias de los jesuitas en Andalucía, según el modelo de factoría agrícola, y respondiendo esta clasificación, fundamentalmente, a un modo de explotación del terreno, mediante grandes superficies construidas, organizadas en torno a un patio central, y zona de corrales adosada en la parte trasera. Otros cuerpos, separados espacialmente, se destinarían a residencia de la comunidad religiosa y todo el complejo queda circundado por abundantes tierras de labor en propiedad.


Parte trasera de la Hacienda-Cortijo de Jesús del Valle


El conjunto de edificaciones consta de dos áreas delimitadas espacial y funcionalmente. Una zona que constituiría la hacienda propiamente dicha, cuya construcción comienza en el último tercio del siglo XVI y continua a lo largo del siglo XVII, ligada a los procesos productivos, con cuatro sectores diferenciados, que tienen cada una de ellos su justificación funcional: Molino de aceite con sus prensas, aceña o molino de harina con restos de su maquinaria, lagar y corrales-yegüerizas.

La segunda zona, cuya construcción data del siglo XVIII, estaba destinada a lugar de residencia temporal y villa de recreo para los miembros de la Compañía.

En la construcción del edificio se prescinde, en general, de grandes programas formales adoptando modelos tradicionales y económicos que buscan la máxima funcionalidad para las unidades productivas.



La zona residencial se compone de dos cuerpos longitudinales dispuestos perpendicularmente, a modo de escuadra, en torno a un patio abierto, y aislado de la zona de hacienda, dando lugar a una planta en L. que por sus grandes dimensiones y las tres alturas que presenta, determinan que sea la unidad con mayor peso visual de la hacienda.

El resto de las dependencias se articulan en torno a un eje axial perpendicular a la Acequia Real, y configurado en torno a patios, creando un conjunto diáfano, de acusada horizontalidad, siendo la torre del molino el único elemento que marca una línea vertical en el conjunto.


Puerta de acceso al Cortijo-Hacienda Jesús del Valle

Se accede a la hacienda por una portada resuelta mediante un arco de medio punto encuadrado por pilastras con capiteles toscanos y doble cornisa. En el segundo cuerpo encontramos una hornacina que iría ocupada por el santo titular, recercada mediante moldura de ladrillo visto con arco de medio punto.

Tras la portada, el zaguán de entrada, cubierto con bóveda de arista, da acceso al patio de la hacienda, en torno al cual se disponen las distintas dependencias.

A la derecha de esta puerta de acceso, y lindando con la acequia, se halla el molino de harina, que empleaba la fuerza del agua para mover la aceña de dos muelas que aun se conservan junto a otros utensilios. Las dependencias del molino se estructuran en torno a un patio central al que se accede desde el patio principal de la hacienda por un sencillo arco de medio punto, formando un área autónoma. Entre las dependencias destaca, desde el punto de vista funcional, la sala de la molienda; allí. se encontraban las máquinas para la limpieza del trigo y el cernido de la harina. Contiguo al molino encontramos un espacio de planta poligonal y dos alturas, destinado a viviendas auxiliares del molino y a cámaras para guardar el producto.

El molino de harina, que queda descentrado del eje del edificio, comunica con el río Darro mediante un socaz que conseguiría la altura suficiente para producir la energía que movería el rodezno. Este canal serviría, asimismo, para alejar el molino de las corrientes de agua, evitando peligros derivados de crecidas del caudal.

Su carácter de espacio para la manipulación y transformación de trigo, se hace patente en la existencia del caz con cubos y en la bóveda, bajo la que se encontraba el rodezno. En el lado sur de esta área se halla una sala cubierta con bóveda de media naranja, con ladrillos a rosca, formando los de la clave un ángulo de noventa grados con los de la primera hilera, que apoya en el suelo. Debió. Ser la panadería de la hacienda.

Estado de los pasillos interiores de comunicacíón de las estancias

Frente al molino de harina, y en el otro lado menor del patio, encontramos el lagar y sus dependencias: patio y un edificio de dos alturas, estando el cuerpo inferior destinado a bodegas y el superior a cámara de almacenamiento de producto.

La zona destinada al alojamiento de la comunidad religiosa queda situada a levante, frente a la puerta principal de acceso. Se estructura en dos crujías, perpendicularmente dispuestas en torno a un patio, que tendrían como función primordial alojar a los miembros de la Compañía de Jesús en sus retiros temporales. Probablemente se proyectaría para ser cerrado en sus otros dos frentes, creándose, de este modo, un espacio claustral, típico en las construcciones jesuíticas.

Esta arquitectura que economiza medios, emplea la piedra como material constructivo, y el ladrillo, incluso en las molduras del alero, enmarcando los vanos con dinteles adovelados del mismo material. El empleo de cajones de mampostería en la resolución formal del exterior entronca claramente con soluciones típicamente mudéjares.

Posee esta área tres pisos de alzada, de marcado carácter longitudinal, que se formalizan al exterior mediante huecos de ventana los dos primeros, dispuestos asimétricamente, estando resuelto el cuerpo alto mediante logia, con amplios vanos de medio punto abocinados, lo que otorga mayor luminosidad a esta galería, con pequeños huecos en las enjutas y moldura superior afenestrada.

El cuerpo principal presenta una portada de acceso que ocupa el lugar central del muro. Se resuelve mediante dobles pilastras a cada lado con fuste estriado, que enmarcan un arco de medio punto sobre el que encontramos el anagrama de la Compañía de Jesús en siglas, (J.H.S., Jesús Hombre Salvador), con decoración vegetal, parcialmente perdida y rematado en la parte superior por una corona real, constituyéndose este en el único elemento de esta fachada con función exclusivamente ornamental.

Las fachadas que dan al otro frente, es decir al jardín, se resuelven atendiendo a par metros distintos, la lisura del paramento se interrumpe con ventanas rectangulares dispuestas simétricamente, careciendo de ornamentación propiamente dicha, siendo las únicas concesiones decorativas los juegos de llenos y vacíos determinados por los propios elementos arquitectónicos, y las chambranas de las ventanas. La solución empleada en la configuración de estos alzados se relaciona con los alzados del patio de la Abadía del Sacromonte de Granada.

Estado de la zona de la escalera de acceso a las estancias superiores

En el interior, un vestíbulo sirve para jerarquizar los espacios; a la derecha del zaguán de entrada encontramos el oratorio, de planta basilical con incipientes capillas laterales que esbozan cruz latina, y sacristía, de pequeñas dimensiones.

Las dependencias se cubren con bóvedas de espejo. La capilla se encontraba, en origen, dividida en dos espacios por una reja. Del mobiliario, en la actualidad, sólo se conservan dos confesionarios. Bajo la capilla se encuentra la cripta. En el lado izquierdo del vestíbulo existe una sala de planta cuadrangular que pudo desempeñar funciones de cocina y un gran espacio rectangular, cubierto por bóvedas de espejo, que era el antiguo refectorio.

Uno de los altares interiores a modo de oratorios

En el otro ala, la situada más al sur, encontramos un espacio de tres crujías, con sólidos muros y con una distribución espacial que parece indicar que estuvo destinado a guardar ganado, como almacén o de zona de habitación. Se cubre este espacio con sencillas bóvedas de arista. En el punto de intersección de los dos grandes cuerpos, encontramos las escaleras que dan acceso a la segunda planta destinada, principalmente, a habitación.

Las dependencias que dan a la fachada principal presentan vanos con arcos abocinados, frente a los vanos rectangulares sin abocinamiento que aparecen en la otra ala. Se cubren las habitaciones con sencillos techos de vigas de madera.

La última planta se resuelve al exterior mediante una logia que abre al cuerpo principal y sencillos huecos de ventana en el lateral del jardín. El ala situada más al sur estaría destinada a zona de habitación y la crujía del cuerpo principal tendría función de almacén-secadero, estando cubierta con armadura de par y nudillo.

Junto a la puerta principal de entrada a la hacienda, a la izquierda, se sitúan unas dependencias dispuestas en torno a un patio cuadrangular, al que se accede por sencilla portada con arco de medio punto. 

Presenta cuatro crujías destinadas a cuadras y viviendas auxiliares en la planta baja, contando en la superior con cámaras de almacenamiento para los productos de la hacienda y junto a estas dependencias, y con acceso por una rampa que parte del patio principal en cuyo lateral se adosa una fuente abrevadero, se sitúa la almazara, lugar en el que con un molino de vigas y prensa hidráulica, se transformaba la aceituna en aceite. 

Dos crujías adosadas en escuadra, en torno a un patio central (patio de trojes) configuran esta unidad funcional autónoma:

Las tejas han sido robadas en los diversos expolios que ha tenido

Crujía de prensa de viga y crujía de prensa hidráulica, esta última con chimenea, tinajas y empiedro, y al exterior, las trojes de almacenaje. Ambas se cubren con armadura de limas y tirantes. Se accede al patio del molino a través de una puerta con arco de medio punto. La portada que da acceso a la crujía de la prensa de viga presenta soluciones manieristas, con pilastras a ambos lados y capiteles toscanos. En el punto de intersección de ambas crujías se halla un pequeño espacio cuadrangular destinado a capilla de la prensa de viga, comunica con la crujía de molienda, y queda separado de la otra crujía por una partición reciente.

De la prensa de viga sólo se conservan restos en la actualidad, así como de la maquinaria original, habiendo sido sustituida aquella en sus funciones por una prensa hidráulica y en el exterior se aprecia la torre de contrapeso de las dos vigas de madera que funcionaban en el molino, carente de cualquier tratamiento ornamental.

Tras esta crujía encontramos un patio, con acceso desde la rampa de la almazara por medio de un arco de medio punto, o directamente desde el exterior de la hacienda. En el lado norte de este patio se encuentra un espacio, al parecer, con funciones de cobertizo.

Tras el lagar y la almazara se halla la zona de corrales, formando un área funcional autónoma, con acceso individualizado en el lado norte, por el denominado patio de corrales.

Bruno Alcaraz Masáts

martes, 17 de marzo de 2009

La ciudad medieval de Granada: El Albayzín

La frontera natural del rio Darro delimita dos territorios y modos de vida diferentes: El barrio de El Albayzín y la ciudad palaciega de la Alhambra.

Según algunos lingüistas debe su nombre actual a los pobladores de la ciudad de Baeza que, desterrados de ella tras la batalla de las Navas de Tolosa, en 1212, se asentaron en esta zona de Granada fuera de las murallas existentes. Otros lingüistas aseguran que el topónimo viene del árabe al-Bayyacin, que significa el arrabal de los halconeros.

La tesis más aceptada es la recogida en los textos de Ibn al-Jatib, donde el topónimo significa “Barrio en cuesta”, existiendo en España, en la actualidad, once barrios en cuesta de origen medieval con ese topónimo de El Albayzín o El Albaicín y están situados en: Granada capital, Huéneja, Salobreña, Alhama de Granada (Granada), Antequera y Villanueva de Algaidas (Málaga), Baena (Córdoba), Sabiote (Jaén) y Sanlúcar de Barrameda (Cadiz) y en Campo de Criptana (Ciudad Real) y Pastrana (Segovia), barrio este creado por Doña Ana, duquesa de Éboli, para acoger a moriscos del reino de Granada que allí trasladara para tejer el arte de la seda.

Plano de Granada árabe, de Luis Seco de Lucena - Año 1910, en donde queda reflejada la zona de El Albayzín, la medina, el barrio de los Judíos y la Alhambra, circundados por las murallas que en cada época que existieron.

El hecho de que en el siglo XXI este barrio de Granada no sea propiamente un arrabal no significa que en la Edad Media no fuera considerado como tal, siendo su trazado actual la antigua ciudad medieval de Granada.

Plataforma de Ambrosio de Vico, maestre mayor de la Catedral de Granada, y grabada por Francisco Heylán, publicada en torno a 1612, fue dibujada en perspectiva caballera, siendo orientada por una rosa de 16 vientos, posee una tabla de letras y números para identificar los lugares; fue publicada otra copia grabada por Félix Prieto en Salamanca, en el año 1795.

Se comenzó a poblar en época ibera, y hay constancia de la existencia de un poblamiento disperso romano. En sus laderas, que hoy miran a la Alhambra, se construyó un poblado en época califal que se rodeó de murallas (la Alcazaba Qadima o antigua), en época zirí.

Constituye uno de los núcleos antiguos de Granada, junto con la Alhambra, el Realejo y el Arrabal de Bib-Rambla, (Alcazaba Yidida o nueva), que sería la medina situada en la parte llana de la ciudad.

Aunque en ese periodo se conocía a la ciudad por el nombre de Gharnata al-Yahud (Granada de los Judíos) que era el barrio judio en la zona denominada Loma o Campo de Abahul, actual barrio de El Realejo, antes de la llegada de los árabes a la península Ibérica, en lo que hoy es la ciudad de Granada y sus alrededores existían tres pequeñas poblaciones:

- Iliberis (Elvira), que serían el Albaicín y Alcazaba.
- Castilia, poblamiento cercano al pueblo de Atarfe.
- Gharnata, arrabal en la colina frente a la Alcazaba.

En el 756 ya están los árabes implantados en la península. Es la época del Emirato Independiente de Córdoba. La población árabe de Granada se manifiesta en dos núcleos a partir de 1238, situados uno frente al otro y cuya frontera natural es el rio Darro, con dos formas de vida, en colinas distintas: de una parte, la vida de la medina y los arrabales de El Albayzín y, de otra parte, la vida palaciega y el centro del poder político de la Alhambra.

  • El Albaicín y la Alcazaba Qadima, la ciudad medieval en la que se radicarían otros arrabales, situados en sus diversas colinas y que conformaba la ciudad zirí situada en la margen derecha del rio Darro. (La primera dinastía o periodo zirí sería fundada por Zawi ben Zirí en 1013, que erigió a Granada en taifa o reino independiente, y alcanzó hasta 1238)

  • La Alhambra, situada en la colina de la Sabika, y que pasó a ser la ciudad palaciega nazarí y situada en la margen izquierda del rio Darro.(La segunda dinastía o periodo nazarí fue fundada por al-Hamar en 1238, que trasladaría el centro de poder a la colina de la Sabika, creando la Alhambra, y que concluiría en 1492, con la toma de Granada)

El Albayzín era un barrio de diversos arrabales interiores y tuvo su mayor influencia en la época de los nazaríes, con la construcción de la Alhambra.

Puerta nueva o Bib-Cieda (Puerta de la Señoría) abierta en el siglo XI, y conocida como el Arco de las Pesas, en plaza Larga.

El Albayzín mantiene la trama urbana de los periodos zirí y nazarí, con calles estrechas y apenas espacios abiertos o plazas, en una intrincada red que se extiende desde el curso del Río Darro y de la Calle Elvira, que se encuentran en Plaza Nueva y cuyas edificaciones ascienden hasta coronar las colinas en la zona más alta, donde hoy de ubican la iglesia de san Nicolás y la Mezquita Mayor de Granada.

El tipo tradicional de vivienda es el carmen, compuesto por una vivienda que incluye un patio, un pequeño huerto o jardín y que está exenta rodeada por un alto muro que la separa de la calle. Las casas moriscas, de similar estructura, fueron edificadas tras la toma de Granada por los musulmanes del Reino de Granada, que fue cuando surgió el vocablo morisco, que designaba a dicho colectivo religioso.

Se conserva una red de aljibes que recibían su aporte de agua desde su zona alta a través de la acequia de Aynadamar, que suministraba el agua desde la Fuente Grande de Alfacar, situada a unos 12 kilómetros y que se distribuye por un trazado de acequias de distribución que discurren cubiertas, que conforman calles principales, como la calle del Agua, y de acequias procedentes del río Darro, en la zona baja, y aportaban el agua a las mezquitas, a los cármenes y casas moriscas y a los 26 aljibes y tinajas domésticas que se conservan aún y a los hammáns o baños árabes que existían, siendo el mejor conservado el Bañuelo, junto al rio Darro, y también se utilizaba para el riego de los jardines y huertos de los cármenes y casas moriscas para su "riego a manta", tradicional sistema de riego que consiste en inundar toda la parcela de una capa de agua.

Fachada e interior de El Bañuelo (siglo XI), conocido en el siglo XV como el hammán al-yawza o del Nogal o baño de la puerta de Guadix.

En el Albaicín se encuentran numerosos conjuntos monumentales de distintas épocas, fundamentalmente de épocas zirí, nazarí y renacentista:

Muralla Ziri, de la Alcazaba Cadima. Arco de las Pesas o Puerta Nueva

Muralla Nazarí, puerta de Fajalauza, torres de la Alhacaba, puerta Monaita, puerta de Elvira.

Palacio de Dar-al-Horra, El Bañuelo, alminar de Almorabitun, casa de los Mascarones, casa de Yanguas.

Iglesias de El Salvador (antigua mezquita mayor, de la que se conserva el patio) Sta. Ana, S. Pedro, S. Cristóbal, S. Nicolás, S. Miguel Bajo, S. José (que conserva un alminar del siglo X, transformado en campanario), S. Gregorio, S. Ildefonso, S. Juan de los Reyes, (todas ellas antiguas mezquitas) y monasterios y conventos de monjas de clausura de Santa Isabel la Real, Zafra, las Bernardas y Santo Tomás de Villanueva y la ermita de S. Miguel Alto.

Casa de Porras, casa del Almirante, casa de Castril, casa de la Lona, casa-palacio de los Córdova.

Real Chancillería.

El Albayzín está declarado patrimonio cultural de la Humanidad por la UNESCO, como extensión de la declaración obtenida por la Alhambra y el Generalife.

Bruno Alcaraz Masáts
Artículo insertado en la Enciclopedia Libre de Internet Wikipedia.org