jueves, 1 de marzo de 2018

FRANCISCO VERGARA REYES,
PINTOR GRANADINO DE FINALES
DEL XIX Y PRINCIPIOS DEL XX

Francisco Vergara Reyes - Revista Reflejos - Abril de 1925
 Según el Diccionario de Pintores y Escultores Españoles del Siglo XX, fue un 


"Pintor que se formó junto a su padre, el pintor Pablo Vergara, que cultivó 
el paisaje granadino a la acuarela y al óleo, y participó en las exposiciones 
del Centro Artístico de Granada (1927 y 1928) 
y del Saón de Otoño de Madrid (1924 y 1935)"



 

Revista Reflejos - Portada y primera página de la revista fundada en 1924 - Abril 1925

De él se desconocen tanto el año de su nacimiento como la fecha de su muerte.

También figura su biografía en el libro 


"60 Años de Arte Granadino, de A. Aróstegui y A. López Ruiz (1974)"

Individualmente expuso en la Asociación de la Prensa de Granada en 1948.

Fue una persona que se integraba en las actividades culturales que, en esa época, se desarrollaban en Granada.



Francisco Vergara Reyes. Carmen del granadillo
Dicen que fue Granada la primera capital de provincia en exhibir una espectacular cabalgata de los Reyes Magos (5 de enero de 1912), aunque la villa de Alcoy (Alicante) celebraba la llegada de los Reyes Magos de Oriente con una cabalgata más antigua de España desde 1908, que tiene 125 años y que se celebra de forma ininterrumpida desde 1885.

La cabalgata de Granada la organizaba el Centro Artístico, con el apoyo del Ayuntamiento, y encarnaban los personajes de los magos ilustres granadinos bien "caracterizados".



Francisco Vergara Reyes. Iglesia de San Gil y Santa Ana
Con 14 años, el poeta y dramaturgo Federico García Lorca fue participe del reparto de la ilusión que se promovía desde la Cabalgata de los Reyes, bajo la supervisión de su presidente, don Miguel Horques Villalba, además de otros promotores del Centro Artístico y de la vanguardia cultural de la ciudad.

Especialmente celebrada fue la cabalgata del año 1913, en la que se vistieron de reyes los pintores Mariano Bertuchi, Isidoro Marín y Francisco Vergara Reyes que llevaron regalos a los hospitales y barrios; y muy sonada fue la de 1922, en la que hizo de Rey Gaspar don Joaquín Vida Lumpier, padre del ex–rector de la Universidad de Granada, José Vida Soria.


Francisco Vergara Reyes. Iglesia del Salvador, en El Albayzín
No era nueva en Granada esa costumbre de que personajes ilustres hicieran de Reyes Magos y el ejemplo más sonado lo tenemos en el retablo que Felipe Bigarny nos dejó en la Capilla Real.

En la escena central aparece la Adoración de los Reyes en la que figura como Rey Gaspar el Emperador Carlos V, siendo joven portando incienso.

Comparando este retrato con los muchos que de él conservamos, no cabe duda de que efectivamente se trata del joven emperador, al que tanto le gustaba Granada y que tanto hizo por ella.

De él escribió Francisco Vergara Reyes:

''Ese rostro de aspecto bobalicón, con su labio inferior colgón 
y su lánguida mirada es el sello inconfundible de los Austrias."


Francisco Vergara Reyes - Acuarela del Balcón de los Pintores
Los retratos de la Capilla Real son la prueba, pero los de Van Orley, Strigel y Van Laethem son definitivos, porque para más cercanía nos lo presentan en la misma postura de tres cuartos de perfil y mirando ligeramente hacia su izquierda.

Carlos V fue para Granada un auténtico Rey Mago y extraordinariamente generoso; vino a pasar su luna de miel con la bella Isabel de Portugal y se mostró encantado de traernos sus regalos; todavía hoy constituyen buena parte de nuestro rico patrimonio y de nuestras dos principales fuentes de ingresos: el turismo y la Universidad.

En 1526 lo recibieron en la Puerta de Elvira y se paseó por Plaza Nueva, el Zacatín y la calle Oficios. Nada menos que el Emperador, Señor del Viejo y el Nuevo Mundo; el que luchó contra franceses, protestantes y turcos. Sin mucho éxito, la verdad.



Francisco Vergara Reyes - Paisaje del río Darro
Este Rey Gaspar fue el que nos adecentó la Plaza de Bibarrambla que estaba hecha una rambla; limpió el cauce del Darro que estaba hecho un "darro"; arregló calles, puentes y murallas; puso de moda a Granada. 

La ciudad llegó a tener 50.000 habitantes, cuando Málaga apenas rondaba los 12.000 habitantes.

La embelleció con programas urbanísticos, arquitectónicos e institucionales, de modo que Granada va a atravesar una época dorada; posiblemente la más feliz de su historia cristiana, tanto por su saneada economía como por su esplendor artístico y cultural.

Mostró un apoyo obsesivo por mejorar la Alhambra y la Capilla Real, panteón de sus padres y abuelos, que según él "más parecía capilla de mercaderes que de Reyes, por la estrechura que tenía"; por eso quiso levantar la Catedral y convertirla en Panteón Real de los Austrias.



Francisco Vergara Reyes - Acuarelas de la calle de San Juan de los Reyes
También es verdad que fue el rey que implantó aquí el Santo Oficio, el Tribunal de la Inquisición, que todo hay que decirlo; pero era lo que había. Lástima que unos terremotos inoportunos asustaran a su esposa y la complicada política exterior lo alejara de la Alhambra. Al final prefirió Yuste.

Levantó un palacio que nunca habitó y fundó la Universidad de Granada pensando en ilustrar a los moriscos y no para que se pelearan los catedráticos poetas; sobre todo desde que fue en ella en la que entró por vez primera la "nueva poesía del Renacimiento" desde la entrevista que Boscán y Navagiero mantuvieron en los jardines del Generalife''.

En un libro reciente se ha puesto nuevamente sobre el tapete la controvertida personalidad del general Queipo de Llano (1875-1951), a través de la publicación de sus memorias de la Guerra Civil, todo un alarde o intento de revisión histórica, que cuenta además con un prólogo sorprendente de su nieto y Académico de la Historia, José Alcalá Zamora-Queipo de Llano.



Francisco Vergara Reyes - Patio de Lindaraja
Decimos es ese primer homenaje que le dedicara el pueblo de Granada en octubre de 1936, a través del obsequio de un álbum artístico que contenía, como un homenaje de Granada, la firma de 25.000 granadinos que le enviaban:


''como testimonio de gratitud y admiración que le rinde Granada''.

Baste leer el texto del pergamino que lo encabezaba para darse cuenta de la importancia y significado que tenía por entonces Gonzalo Queipo de LLano, pese a que ya había sido proclamado en Burgos como Jefe del Estado al General Francisco Franco Bahamonde:

''Al general, Queipo de Llano, Granada, cuna de la unidad de la Patria, eleva 
al heroico general e insigne caudillo, la más profunda expresión de gratitud, 
el más sincero y cumplido aplauso, a la gesta gloriosa que ha iniciado la 
segunda reconquista de la tierra española. A los que tan alto saben poner 
el nombre de la Patria. ¡Gloria imperecedera! ¡Viva el General''.

Francisco Vergara Reyes - Carrera del Darro
La idea había surgido en Sevilla, y Granada no quiso ser menos y de ahí que durante unos días se expusieran en los almacenes la Paz los pliegos para ser firmados por todos los interesados al propio tiempo que se exhibían en uno de sus escaparates el referido pergamino y la cubierta del álbum, mientras que desde la prensa se compelía a todos a que acudieran a estampar su firma:

''Mujeres granadinas: con vosotros deben acudir hoy vuestros maridos e hijos a firmar en el Álbum que Granada ofrece al salvador de esta región''.

Se trataba como decíamos de un obsequio eminentemente artístico, de ahí la imprescindible colaboración de los socios artistas del Centro Artístico, a iniciativa del delegado de la autoridad militar para las cuestiones de arte Fidel Fernández Martínez.




Toda una representación de primeros espadas de la pintura granadina quienes aportaron sus acuarelas, dibujos y pequeños óleos como acompañamiento a esos millares de firmas de granadinos:

Gabriel Morcillo, Nicolás Prados López, Pablo Vergara (padre) y Francisco Vergara Reyes (hijo), Garrido del Castillo, José Carazo, Eugenio Gómez Mir, Marino Antequera, Ocaña, Francisco Carrasco Díaz, Píñar Rocha, Sánchez Solá,
Rafael Latorre, Maldonado, Joaquín Urbano, 
José Ruiz de Almodóvar, Miguel Horques, Merino Vílchez, 
Emilio Orozco Díaz y Emilio González Sánchez.

En 1927 visitó Granada el experto en arte de The New York Times, John Reynolds, que visitaba Andalucía y Marruecos, adquirió, en el estudio de pintura de Francisco Vergara Reyes, 6 acuarelas y 6 óleos que ahora figuran en el Museo de la Fundación Reynolds, en Denver (Colorado).

El genuino Enrique Villa Mir, que fue guía, músico y acuarelista de Granada, escribió en su libro autobiográfico ''Recuerdos Granadinos - La ciudad y la gente'' y la única persona que tuvo una calle con su nombre en vida, escribió esta graciosa anécdota de Francisco Vergara Reyes:



Portada del libro EL ALBAYZÍN - INSPIRACIÓN DE PINTORES
''El pintor Paco Vergara, que era entonces uno de los socios más antiguos del Centro Artístico, me contaba historias que él había protagonizado. 

Viendo la pintura de Santiago Rusiñol, que posee la sociedad, me refirió  que cuando estuvo en Granada el pintor catalán, él y otros pocos le organizaron
un paseo por el Albaicín.

Se llevaron un burro al que sujetaron una veleta sobre el aparejo; lo paraban
y le daban vueltas a la veleta y en la dirección que apuntaba la flecha, 
por allí iban hasta la primera taberna que encontraban.

Entraban y se bebían cada uno un vaso grande de vino
(conocido como "maceta de vino").

Pagaban, salían y más vueltas a la veleta... 
Así, hasta que acabaron borrachos todos.''

Escrito por Bruno Alcaraz Masáts -
 2006